Hoy más que nunca es necesario recordar a nuestro difunto
y admirado Luis Aragonés, quien mantenía que la Liga se jugaba en las últimas
10 jornadas, que son las que quedan y a lo único que se me ocurre que nos
podamos aferrar.
Además de las positivas, existen
primeras partes malas, muy males, horribles, bochornosas y lo siguiente, que ha
quedado definido con los 45 primeros minutos vomitivos, que no jugados, en el
estadio municipal de Santo Domingo.
Es inimaginable mayor
torpeza, mayor desidia, mayor ridículo y menor compromiso con un Club. Los
partidos de patio de colegio ofrecen más calidad, más emoción, más entrega y,
sobretodo, tienen un sistema: todos detrás de la pelota.
Lo de ayer viernes fue un
tributo al mal gusto, a lo obsceno, a lo irreverente y ¡ojo!, no sólo por
nuestra parte, también contribuyeron los maleducados anfitriones, que bien
podrían habernos brindado un poco de espectáculo.
Tras la reanudación, la
debacle, sin tiempo a más, a la salida de un córner, Santamaría no ejerce la
más mínima autoridad dentro del área pequeña mientras a Ansotegui le roban la
cartera por arriba; mejor dicho, se la deja robar porque no hizo el más mínimo
amago de saltar.
Tímida reacción bermellona
habilitada por Salomao y desperdiciada primero por Lago Jr. y después por el
largo conde Lekic; muy poco más hasta el final, inoperancia, bisoñez, naufragio
y un recital de impotencia… primera de las verdaderas finales lastimosamente
perdida… ya queda menos para estar matemáticamente descendidos… quizás sea lo
mejor…
Llama la atención:
Que el efecto Olaizola se
haya deshecho como un azucarillo (creo que ya lo dije); ha perdido el rumbos
que nunca encontró Vázquez (ahora algún incauto lo defiende… cuán corta es la
memoria).
El rincón político:
Ussía se lo pregunta: ¿qué
opinan los de “potemos” del golpe de estado venezolano?... yo no digo más, que
esto es un blog futbolero.
La parte positiva de todo esto:
Contábamos con perder frente
al Levante y, por lo menos, empatar con el Alcorcón… golaverajes aparte,
estamos igual a falta de las decisivas 10 últimas jornadas y ya que Javier O.
no ha dimitido ni lo han cesado, recemos y aporellosoee,
tiremos “palante” y no arrojemos la toalla, mejor dicho, recojámosla del césped
porque, ¿alguien no la había tirado ya?.
El sábado, a partir de las
16:00 horas, en casa frente a la Gimnástica… ¿será la puntilla o un atisbo de
esperanza?... me temo lo peor pero… mai se sap.
SÍ SE PUEDE... ¿o no?
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