No sin antes
festejar el XX cumpleaños de mi progenitora, acudí a Son Moix con el tiempo
pegado al trasero pero fiel a mi cita con los barralets.
De entrada llamaba
la atención que los siete suplentes estaban compuestos por un portero, un
delantero y cinco mediocampistas aunque ello tampoco es de extrañar con la
plaga de lesiones que asola a nuestra defensa. También destacaba la entrada de
Pereira en el once inicial en detrimento de Emilio Nsue.
Mientras esperaba
el chiflido inicial escribí, a modo de profecía: “golpeados todavía por el fracaso culé frente a
uno de nuestros rivales directos (confabulación judeo-masónica) nos disponemos
a disfrutar de la primera victoria de la era Caparrut.”
A lo que añadí:
“litros de alcohol, corren por mis venas, afición… (Ramoncín dixit).”
Minuto 4, no, no
era ella; min. 11, ¡todavía no está aquí!; min. 22 sigue sin venir… esto es
ignominioso; min. 23, ¡¡¡ahí está!!!, con su melena al viento, su sonrisa
Profidén y su desbordante ilusión por ver al Mallorqueta…
Antes de esta
alegría se nos había ido el Chory lesionado por lo que Nsue se colocaba en la
banda izquierda.
Y del partido que
os voy a contar, pues muy poco, malo de solemnidad, por aquello de mi
mallorquinismo diré que durante la primera parte fuimos mejores que ellos;
bueno no, mejores no, fuimos menos malos porque lo de los montañeses era
deleznable hasta tal punto de que Nsue consiguió ¡irse de su par!, centrar y
meter gol… goooooooooooooooooooooooool de Nsue, de Hemed o de Torrejón en propia
meta pero gooooooooooooooooool del Mallorqueta; estábamos a punto de llegar al
descanso y sin que ninguno de los dos equipos hubiese hecho absolutamente nada
nosotros nos habíamos puesto por delante del marcador.
Estábamos en la
senda de conseguir los tres puntos pero nada había cambiado, no hay un cerebro
que dirija al equipo, no hay forma de dar tres pases seguidos, no ya con
criterio futbolístico, sino sin perderla y los balones retrasados a Aouate eran
continuos lo que, por primera vez en lo que va de temporada, se transformó en
más que justificados pitos desde la grada. Ahora bien, no nos engañemos, no hay
más cera de la que arde.
No quisieron caer
en errores pasados nuestros muchachos y tras la reanudación fueron en busca del
segundo; transcurría el minuto 55 cuando un centro de “Do Pereira” desde la
derecha, lo aprovechaba, entrando solo, el algaidí Casadesús, para fusilar a
Toño, goooooooooool del Mallorca, goleada en Son Moix, euforia en las gradas,
oe, oe, oe.
No cambió mucho el
panorama y el encuentro se volvía de nuevo soporífero y ausente de calidad
hasta que a falta de un cuarto de hora, en un despiste defensivo al saque de
una falta, los santanderinos osaron perforar nuestra impoluta portería y
meternos el miedo en el cuerpo, temor que se acrecentaría al ser ¿justamente?
expulsado Bigas. Habían despertado y nosotros se lo poníamos todavía más
apetitoso; nos asediaron, San Aouate intervino decisivamente en el 91’ y
fiiiiiiiiiiiiin del partido, tres puntos tres… ¡hay equipo!.
Llama la atención:
-
La
triste, patética y pírrica entrada (¿o eso ya no llama la atención?).
-
Que
como bien me hizo saber J.R., durante 10 minutos jugáramos con 9
canteranos/mallorquines (todos menos Dudú y Chico).
-
El
atraco a mano armada en el minuto 12 cuando en vez de córner a nuestro favor,
el soplasilbatos decretó saque de puerta… y ahí viene el follón: a los de mi
quinta e incluso menos jóvenes, el saque de meta o de puerta, ¿no se llamaba
antes keep?; ¿puede ser que lo
relativamente correcto fuese “kick”?;
alguien puedo aclararnos esta duda… gracias.
-
Como
en el minuto 15, completamente solo y a saque de Toño (goalkeeper contrario), Pina golpease con la cabeza para dejársela a
un enemigo y no a uno de los nuestros… ¿le daría con el cuerno?.
-
Que
el globo aerostático que intentaban elevar junto al estadio era como el
partido… un auténtico petardo porque se les apagaba cada dos por tres de forma
que al final nos quedamos sin verlo volar.
-
Que
no quiera ser la talismán cuando me da que lo es.
-
El
remate de Nsue en el minuto 68, merecedor de un profundo estudio porque más que
un disparo a puerta pareció que le mandaba el balón a su sobrina de dos años…
¿qué intentaba hacer?.
El rincón político:
Vamos a dejarlo
estar en esta semana triunfal… comentaré lo del bochornoso espectáculo de Matas
y Urdangarín además de mi perplejidad de que Rubalcaba esté empañado en seguir,
¿será un submarino de la Díez?.
Hasta el domingo a
las 20:00, de nuevo at home frente a
los leones que vendrán heridos tras su derrota en San Mamés frente al Graná. Aporellosoee,
Enrique
